Legado Ronald Modra
Cartas
Los trabajadores del Sr. Ronald Modra, expresan su sentir ante la partida de su Jefe
A continuación una recopilación de las innumerables palabras de afecto de secretarias, vendedores, recepcionistas, personal de bodega, panadería y contabilidad, instructoras del gimnasio, auxiliares de aseo, traductoras, diseñadores, chef, garzonas, encargadas de locales, etc.
Don Ronald, el Jefe.
Siempre nos hizo sentir como en familia, era como un compañero de trabajo, un amigo, a veces padre e incluso abuelo. Su buen humor nos entretenía, en ocasiones como un adolescente lleno de vida. Compartir con él nos hacía mejores personas, llenando nuestros corazones con su sabiduría. Cada día al llegar a la oficina nos preguntaba “¿todo bien?”, pendiente de nuestra salud y la de nuestras familias. No discriminó nunca a ninguno de nosotros. Cuando regalaba flores, todas las damas las recibían por igual. Siempre estaba disponible si necesitábamos aclarar dudas, dar ideas o simplemente conversar, nos recibía con una sonrisa y sus ojitos celestes siempre brillando.
Como era deportista le encantaba escuchar a las instructoras de su gimnasio gritar y hacer clases potentes, su consejo para ellas era “coma crudo”.
Agradecidos estamos porque nos dio trabajo y confió en nuestras habilidades, dándonos seguridad en lo que hacíamos, “tú puedes llegar lejos, sólo necesitas tiempo”, nos decía.
Era un hombre tan bueno que permitió que muchos volvieran a creer en la existencia de gente con buenas intenciones.
Nunca le vimos las jinetas, incluso maestreó codo a codo en la fabricación de muebles, aceptando con humildad los consejos de otros.
Cuando llegaba a la cafetería, era como luz. En ocasiones se puso delantal y trabajaba en la cocina preparando jugos de clorofila y lavando loza.
Nuestro viejo querido fue un hombre consecuente hasta el final.
No es causa de gozo su partida, lo lloramos porque lo extrañaremos muchísimo, pero tenemos claro que su vida fue plena y cumplió con creces sus objetivos. Ahora nos toca a nosotros seguir su ejemplo con fuerza. Trabajaremos felices día a día y honraremos lo que nos decía, “ustedes son el mejor equipo de trabajo que he tenido en mi trayectoria.”
A continuación una recopilación de las innumerables palabras de afecto de secretarias, vendedores, recepcionistas, personal de bodega, panadería y contabilidad, instructoras del gimnasio, auxiliares de aseo, traductoras, diseñadores, chef, garzonas, encargadas de locales, etc.
Don Ronald, el Jefe.
Siempre nos hizo sentir como en familia, era como un compañero de trabajo, un amigo, a veces padre e incluso abuelo. Su buen humor nos entretenía, en ocasiones como un adolescente lleno de vida. Compartir con él nos hacía mejores personas, llenando nuestros corazones con su sabiduría. Cada día al llegar a la oficina nos preguntaba “¿todo bien?”, pendiente de nuestra salud y la de nuestras familias. No discriminó nunca a ninguno de nosotros. Cuando regalaba flores, todas las damas las recibían por igual. Siempre estaba disponible si necesitábamos aclarar dudas, dar ideas o simplemente conversar, nos recibía con una sonrisa y sus ojitos celestes siempre brillando.
Como era deportista le encantaba escuchar a las instructoras de su gimnasio gritar y hacer clases potentes, su consejo para ellas era “coma crudo”.
Agradecidos estamos porque nos dio trabajo y confió en nuestras habilidades, dándonos seguridad en lo que hacíamos, “tú puedes llegar lejos, sólo necesitas tiempo”, nos decía.
Era un hombre tan bueno que permitió que muchos volvieran a creer en la existencia de gente con buenas intenciones.
Nunca le vimos las jinetas, incluso maestreó codo a codo en la fabricación de muebles, aceptando con humildad los consejos de otros.
Cuando llegaba a la cafetería, era como luz. En ocasiones se puso delantal y trabajaba en la cocina preparando jugos de clorofila y lavando loza.
Nuestro viejo querido fue un hombre consecuente hasta el final.
No es causa de gozo su partida, lo lloramos porque lo extrañaremos muchísimo, pero tenemos claro que su vida fue plena y cumplió con creces sus objetivos. Ahora nos toca a nosotros seguir su ejemplo con fuerza. Trabajaremos felices día a día y honraremos lo que nos decía, “ustedes son el mejor equipo de trabajo que he tenido en mi trayectoria.”
Language English
Idioma Español
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