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Legado Ronald Modra
Exceso de información, déficit de sabiduría
Por R.M.R.

(Publicado en forma póstuma en El Guardián de la Salud Ed. 83, pág. 12)





















Cuando la ciencia moderna nos falle, y el caos y sufrimiento resultante nos abrume, aún  podremos recurrir a los miles de años de sabiduría antigua, pero sólo si logramos preservar esa herencia histórica. Los computadores han aumentado la información, pero la sabiduría no ha incrementado de ninguna manera con este invento. La sobrecarga de información ha facilitado que las mentiras se disfracen de verdad, y a veces, todo lo que vemos son nuevas mentiras protegiendo mentiras viejas, que nos desvían del aprender a elegir sabiamente y de saber por qué estamos tan estresados hoy en día.

No sólo la tierra pide a gritos alivio de todos los químicos que hacen cada vez más difícil su recuperación, sino que “nosotros” también estamos llegando al límite de la tolerancia, donde ninguna persona va a ser capaz de permanecer saludablemente activa y disfrutar de la vida. El problema es que no vemos con claridad de dónde proviene todo esto, e incluso confiamos en quienes lo ocasionan.

Comenzamos a debilitarnos hace unos 100 años, cuando las organizaciones e intereses científicos anunciaron que dentro del próximo siglo, el mundo iba a ser un lugar libre de enfermedades y que los fármacos iban a jugar un gran papel en esto.

Cien años después, fármacos y narcóticos son los responsables de un aumento increíble de la enfermedad en nuestra tierra y en todos los que vivimos en ella. Las organizaciones responsables ahora tienen mucho más poder que las naciones más pequeñas, tanto, que piden un “nuevo orden mundial” e influencian a las naciones más poderosas para que vayan a la guerra y los defiendan.

Necesitan, con urgencia, una tercera guerra mundial que los salve, mientras los precios de sus acciones comienzan a caer. La razón de esto es muy clara; los inversionistas inteligentes saben que todas las drogas patentadas están llegando a su madurez (se les están agotando las patentes), al mismo tiempo que no hay nuevas drogas que puedan tomar su lugar en forma efectiva. Sólo una tercera guerra mundial puede detener el colapso, porque crearía grandes oportunidades para una guerra química, implantes de chips, alimentos químicos y el establecimiento de controles de emergencia que favorezca los planes de medicalizar [sic] a la gente mediante vacunas y otros. Todo esto reforzado con las llamadas ‘leyes de emergencia’ como las que se implementaron luego de lo ocurrido con las Torres Gemelas en EE.UU.

Linus Pauling hizo un llamado a la paz y uno de sus dos premios Nobel fue otorgado por su trabajo en esta área. Ahora su alumno más famoso, el doctor Matthias Rath, está advirtiendo al mundo que la historia está a punto de entrar en su época más caótica, si Israel y el Presidente de Estados Unidos llevan a cabo el plan para atacar a Irán con armas nucleares, precipitando una guerra mundial. Se contemplan medidas así de drásticas para aferrarse al poder. El Medio Oriente no es un lugar seguro para vivir en estos momentos, mientras que el sur de Chile es lo más lejos que pueden huir. Los chilenos deberían observar con cuidado y darse cuenta de que lo que ocurre en el sur del país no es simplemente otra venta de terreno; es el principio del final de Chile como lo conocemos, mientras antiguos problemas incurables inmigran y toman el control.

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